Elena Tito pertenece a la localidad de Río Grande, comuna de San Pedro de Atacama y es cultora de la alfarería ancestral atacameña, técnica que data del 3.000 A.C. y que se ha heredado a través de las generaciones, a partir del uso de un tipo de greda propio de su zona, que le da brillo a piezas utilitarias y ceremoniales para uso ritual. Este valor y características fueron suficientes para ser reconocida como uno de los seis nuevos Tesoros Humanos Vivos de Chile.
El reconocimiento, que otorga el Estado, a través del Consejo de la Cultura, a personas y comunidades portadoras de manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial que son altamente significativas para el país y las comunidades locales, dando cuenta de la diversidad cultural e identitaria presente en el país, fue anunciado por el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone.
“Para mí fue un gran honor tener la posibilidad de notificar personalmente a cada uno de los nuevos Tesoros Humanos Vivos del país, y ser testigo de su emoción y alegría al recibir la noticia. Estas personas y comunidades cultivan, desde los rincones más diversos de Chile, oficios, saberes y prácticas tradicionales que logran mantenerse vigentes gracias a su persistencia y compromiso. A través de estas instancias como este reconocimiento público que entrega el Consejo de la Cultura, podemos destacar que detrás de su trabajo y entrega está la historia de nuestro país, de nuestras familias, de los pueblos originarios y de todo un patrimonio cultural inmaterial que debemos salvaguardar”, manifestó el personero de gobierno.
Cabe destacar que Elena Tito fue la única reconocida este año en el norte del país y la segunda de la Región de Antofagasta que recibe esta distinción, desde que se instauró el programa a nivel nacional, sumándose así al reconocimiento que el 2011 obtuvo el cultor de la localidad de Toconao, Alejandro González, lo que llena de orgullo a la Directora Regional de Cultura, Carla Redlich, quien destacó la importancia del reconocimiento.